Si las cosas van a cambiar con nosotros o sin nosotros, ¿prefieres formar de ello?
Paseando por la ciudad, encontré flores, como estas que te dejo aquí, ahí, en cualquier calle, sí, a la vuelta de la esquina...como las oportunidades, ésta por ejemplo, de poner el foco en la belleza a nuestro alcance, una belleza efímera, como casi todas.
Y ahora mientras te escribo, percibo otro tipo de belleza, la de la música, la que tan fácilmente puede acompañarnos, la que forma parte de la banda sonora de nuestra vida, y para la que hay, su momento, su ocasión, su oportunidad.
Me pareció que la proximidad de la primavera en este hemisferio, puede ser una ocasión estupenda, para además de cambiar la ropa de los armarios y poder sentir de nuevo brisas y soles en nuestra piel, una llamada a la reflexión sobre qué otras cosas puedes o debes cambiar, y empezar de nuevo, cada día, y a veces, varias veces al día, a priorizar una y otra vez, y todas las que haga falta, sobre lo que merece tu enfoque, como quizás las flores que os invito a mirar. Si te quieres enfocar en lo que tienes, o en lo que te falta...
Aprovechemos los cambios externos e inevitables, para plantearnos otros que deben nacer de nosotros mismos, porque el vértigo que produce a veces la incertidumbre, forma parte del hecho de estar vivos, y es una quimera, buscar una alternativa mejor a ello.
Buena semana a ti que me lees, desde hace tiempo con interés, con una canción de mi repertorio particular, porque el amor y la primavera, también están unidos:
Me desperté pensando esta mañana cuando las personas dicen-decimos: te llamaré... lo veo y te llamo... en cuanto tenga un hueco, hablamos... y mil versiones similares.
Quizás no llamemos porque surgen otras prioridades, otras por acumulación de tareas varias y muchas, por falta de "intenso" interés en el tema a tratar...sí, aunque no le pongamos ese nombre y lo vistamos más alegre...
... lo que nos interesa y motiva...no se olvida...
Y esta mañana se me venían a la cabeza, concretamente, las felicitaciones que se nos están olvidando, las que no hemos enviado y corren el peligro -antes, de quedarse con el sello puesto- , y el hacerlo, es una tarea personalizada, de una en una. Pensaba en las que aún no nos han llegado y esperamos que lo hagan.
Y me resumía que aún estamos a tiempo...
-de enviar las que debemos, hay tiempo, aunque no haya sido en el día "perfecto"
-de esperar algunas, también, tengamos un poquito más de paciencia...!
Pero sobre todo, cuando se nos venga a la cabeza, ese pensamiento, vamos a aprovechar para reflexionar, (no por el hecho en sí de recibir o no una felicitación, eso será el detonante, la excusa) y revisar a quién queremos llevar en nuestra "mochila" para el año siguiente...más vale calidad que cantidad, si se dan las dos características unidas, mejor!!
Puede ser el día "X", la hora de liberarse de personas tóxicas, de "desenfocar" nunca más literalmente dicho...a personas que tras varias oportunidades, nos han demostrado como dice Rosanna en su canción, que "pa ti no estoy"...y así concentraremos nuestras energías, en las que sí lo merecen y en las que aunque no lo merezcan, conscientemente queremos hacerlo -por aquello del libre albedrío y que el corazón es caprichosito!!- y enfocaremos a algunos que a fuerza de estar siempre ahí, quizás no hemos atendido lo suficiente.
La buena noticia, es que mientras haya tiempo... estamos a tiempo...
Creo que siempre debe haber espacio y oportunidad -se crea- para pedir disculpas y para dar las gracias, y para dar ejemplo, intentando nosotros, comprender a los demás, sí, aún estamos a tiempo. Me ha rondado varios días la cabeza, una idea: Seamos benevolentes con los demás, porque no sabemos las batallas que están librando.
Acabo de ver en TV la caida libre desde 39.000 m. de la superficie terrestre, de un austríaco de 43 años: Félix Baumgartner...ya le llaman "Félix Sin Miedo".
Pensaba qué estaría sintiendo, en qué estaría pensando, en ese momento en que se ha soltado de las asas, cuando estaba de pie en la plataforma listo para saltar...
¿Han sentido alguna vez vértigo a lo desconocido, a entrar en un "terreno" que no dominamos y por ello, se nos puede antojar un tanto hostil...? ¿pero en la boca del estómago, físicamente, aunque estuviéramos quietos o sentados?
Me acordaba de las veces -física e intensamente, pocas- en que lo he sentido.
La última fue hace poco más de un mes cuando tuve -porque tenía mis razones- que decir un NO grande, a una propuesta que llevaba tiempo esperando...justo al terminar la conversación, me sentí, más desprotegida de la aparente protección que puede darte la estructura de una empresa o institución y casi al momento, cuando aún te estás diciendo a ti misma, que tenías tus razones, que lo pensaste bien...sientes también una gran satisfacción,....ese hacer lo que UNO SABE QUE DEBE HACER, y realizarlo...(aunque muchos no comprendan nuestras decisiones)
Creo que un "truco" para acertar puede ser, pensar, visualizar en qué situación quedaremos, o cómo será la nueva situación - pues no olvidemos que las cosas cambian con nuestras acciones y nuestras omisiones- después de haber dado ese Sí, o ese No. Después de haber terminado esa conversación complicada, después de haber dado el paso que tenemos en mente dar...
Pero por encima de todos los análisis, de todos los listados de ventajas e inconvenientes de lo analizado, de los pros y los contras, si la escuchamos porque dejamos un espacio de silencio para ello, surge la voz de nuestra intuición.( Que no ceso de recordar que es una parte de nuestra inteligencia a la que no atendemos en exceso, siempre en aras de la racionalización de todo...)
Esa intuición pondrá en aquella lista de ventajas e inconvenientes, algo muy sutil, que tendrá su peso, y que intentaremos al menos, dotar de realidad a través del lenguaje, y esa verdad que sale de dentro de nuestro corazón, nos hará emprender nuevas aventuras, y dejar pasar otras que no son nuestras...
Con admiración hacia todos los que están saltando al espacio de lo desconocido, sin paracaídas, sin redes, día tras día, para que nos sigan animando con su ejemplo, porque solo aquél que sueña, se podrá decir algún día, ya no a los demás, sino a sí mismo, que luchó por sus sueños...
Cristina Ordóñez
Octubre 2012
Hoy les dejo una canción, muy animada para comenzar con energía la semana, que se llama SALTA de Tequila, aunque ya para saltos, el del austriaco de hoy!!:
Y una maravilla de nuestro espacio: foto de una agrupación de Galaxias que se llama "Los ojos de Markariam"
A menudo, cuando se habla de delegar, tenemos la sensación de que estamos pensando en cierta medida, desde lo más profundo, en descuidar algo...
¿Cómo acertar acerca de lo que debemos y no debemos dejar de hacer, no para que se quede sin hacer...sino para poder hacer nosotros otras cosas?
A menudo hablamos de la diferencia entre lo urgente y lo importante,y la sabemos, pero qué riesgo conlleva el hecho de que lo importante, normalmente, puede esperar...aunque sus consecuencias, no lo hagan...
El día tiene sus horas y aunque no las tuviera, nuestras energías son limitadas, aunque seamos muy capaces.
Pero a donde quiero llevarles, es al hecho de que delegando, les damos a los que están a nuestro alrededor la posibilidad de superarse, de motivarse y de sacar a flote sus mejores versiones de ellos mismos.
¿Pero qué ocurre que cuesta TANTO...?
Podemos pensar en ciertos momentos -porque entre otras cosas sea cierto- que como nosotros realizamos ciertas tareas, con ese mimo y puesta en marcha de todas nuestras capacidades, va a ser díficil que otros lo hagan. Fíjemonos más en las capacidades de los que tenemos a nuestro alrededor, que como nosotros, evolucionan...cambiemos "etiquetas".
En otros, simplemente, tardamos menos en hacerlo nosotros, que en explicarles a otros lo que queremos hacer y el cómo, el cuándo, etc. Invirtamos en ser más eficaces y felices.
A menudo, nos encontramos con que es debido a inercias que se implantan con firmeza porque no olvidemos que el hombre es un animalillo de costumbres. Algunas otras, es porque esa tarea que podíamos delegar, reconozcámoslo...es que nos encanta hacerla!! Estoy convencida que hay una parcela de la Innovación que va unida a lo cotidiano, y que de pequeñas innovaciones, se ponen en marcha mejoras sustanciales en el corto y largo plazo. Entonces, ¿por qué nos cuesta tanto?
Personalmente creo que una forma de ayudar-nos, es dejar un espacio para la reflexión a diario, esos raticos que según nuestros propios bioritmos, sabemos que son los más lúcidos, para que nada nos distraiga, y tomar alguna herramienta de escritura que nos ayude a concentrarnos. Anotar las parcelas en las que nos estamos sintiendo desbordados y como un gráfico, empezar a pensar aquellas cosas que, primero, podemos dejar simplemente de hacerlas, porque el valor que aportan ya es dudoso..., y esas otras que podemos encomendar a otras personas.
Habría que hacer otro diagrama - redondito lo hago yo- , en el que incluiríamos nuevas tareas que queremos abordar -o que otros quieren que acometamos- porque es probable que tengamos que poner en marcha, la asignatura permanente de aprender a decir que NO.
En esos espacios de reflexión, podremos también, hacer más caso a esa parcela de la inteligencia que es la intuición.
Comentemos con humildad, con las personas adecuadas, -porque a veces se piensa muy bien en alto- nuestras dudas o solicitemos para temas más complejos, la opinión de expertos de nuestra confianza.
Creo que este mes de Septiembre, es un buen mes, para comenzar definiendo objetivos, y las tareas que implica su consecución. El escribirlas, nos ayudará -pruébenlo- a ir adjudicándolas a otras personas, porque todos estamos en la familia de los "humanoides", y los grandes esfuerzos sostenidos...pasan su factura de forma muy diversa.
Al delegar, no estoy pensando solo en directivos que tengan a su cargo muchas personas, sino en todos, porque una pequeña innovación como puede ser, darles una mayor responsabilidad a nuestros hijos, puede tener una repercusión nada proporcional al esfuerzo, mucho mayor, en nuestra vida cotidiana, y en ella, "habita" nuestro bienestar y nuestro trabajo.
Hay personas a las que las música, según de qué tipo, les distrae en demasía; para aquellos a los que la música clásica no lo hace, sino que les ayuda a inspirarse, les dejo una maravillosa, Samuel Barber, Adagio for Strings, pasen y escuchen:
Cristina Ordóñez
Septiembre 2012
martes, 22 de mayo de 2012
Camino a La Rioja para Innovar.
Buenos días, antes de emprender mi viaje, y traeros buenas, prácticas e interesantes noticias sobre este Foro de Innovación que se celebra cada dos años, (http://www.forodelainnovacion.com/) quería, -habré de innovar en el uso de tiempo verbales, pues sigo queriendo...-
... dejaros una reflexión a la que le puso "sonido" un amigo mío hace pocos días:
hablamos de innovación, acudimos a foros y conferencias sobre ello, aconsejamos cómo innovar, y debemos DAR EJEMPLO innovando en nosotros MISMOS.
Innovar desde dentro, cambiando lo QUE hacemos (no todo eh?! )
CÓMO lo hacemos, pero sobre todo dejando un espacio a la lucidez matutina, en la que a veces asoma ese cómo hacerlo diferente y sobre todo, un CUÁNDO. (Si puede ser, comencemos hoy mismo)
Sí, podemos equivocarnos, cierto, pero ¿es que no nos equivocaremos si seguimos en la misma línea...?
Con cariño para mis lectores, os dejo una de las maravillosas fotos de mi hermano Luis, de -como dice él- una "macetilla" de amapolas endógenas de nuestra Sierra, en la cumbre del Mulhacén, un verano. Qué fragilidad y fortaleza a la vez, verdad? y no miden más de 10cm.
¿Sabían que en la cumbre del Mulhacén -solo la cumbre- en verano, está llenita de una mariposa blanca preciosa, con rayitas negras, que se llama Apolo Nevadensis?
Pues si se animan a conocerla personalmente, vayan preparando buenas botas y ganas de andar!
