Alejandro Hernández nos ha "dado" un libro, que reconozco, empecé a leer con reticencia...no se bien por qué... y en el que he encontrado reflexiones muy útiles:
"Negociar es fácil, si sabe cómo", así lo titula.
http://books.google.es/books?id=daL3OLCrCjEC&printsec=frontcover&dq=alejandro+hernandez.es&source=bl&ots=_R3ikuJeDc&sig=TOnfcD47Gt85Y5C-DDqk6D116SE&hl=es&sa=X&ei=sZ0_UJSPJ4WWhQft2oHAAw&ved=0CDEQ6AEwAA#v=onepage&q=alejandro%20hernandez.es&f=false
http://books.google.es/books?id=daL3OLCrCjEC&printsec=frontcover&dq=alejandro+hernandez.es&source=bl&ots=_R3ikuJeDc&sig=TOnfcD47Gt85Y5C-DDqk6D116SE&hl=es&sa=X&ei=sZ0_UJSPJ4WWhQft2oHAAw&ved=0CDEQ6AEwAA#v=onepage&q=alejandro%20hernandez.es&f=false
Añade en la portada: ¿Cuánto dinero pierde por desconocer las técnicas de negociación?
Antes de comenzar a leerlo, se me quedó en la mente esa frase...y le doy otra "vuelta de tuerca" a ese pensamiento:
- ¿Cuánto perdemos en general, no solo dinero, por no aprender a Negociar?
- ¿Cuántas oportunidades están camufladas-encerradas en lo que no hemos conseguido en ese momento?
- ¿Cuánto tiempo gastamos que no, invertimos?
- ¿Cuánta energía-ilusión?
- ¿Somos conscientes de nuestros puntos fuertes y débiles en el tema a tratar?
- ¿Hemos visualizado cómo quedará esa relación después de los posibles resultados de la misma?
- ¿Somos conscientes de nuestros puntos fuertes y débiles en el tema a tratar?
- ¿Hemos visualizado cómo quedará esa relación después de los posibles resultados de la misma?
- ¿Nos animamos-reafirmamos a nosotros mismos por lo conseguido o por el contrario, sacamos el "látigo castigador" cuando no fue el día más brillante de nuestra vida?
- ¿Somos el interlocutor válido con autoridad para ceder y cerrar, que parece que somos?
- ¿Somos el interlocutor válido con autoridad para ceder y cerrar, que parece que somos?
Innovemos, estando atentos a lo que hemos conseguido también inesperadamente, y que puede ser hasta mucho mejor que lo planeado-esperado, porque no poseemos todas las cartas de la baraja y no conocemos las que les tocaron a nuestro interlocutor.
Dejemos siempre tiempo a la escucha atenta, porque muchas veces pensamos al hilo de lo que se expone y al tener más información que la inicial, podemos ir organizando otras respuestas, otras posibilidades. Para ello, empecemos por algo tan fácil como lo es el buscar un lugar adecuado o el momento propicio (pues muchas negociaciones las hacemos por teléfono)
Y démonos siempre que se pueda, tiempo para la reflexión, sin caer en respuestas inmediatas, que tras ser revisadas, podían haber sido mejores. Solicitar ese tiempo, sin duda, será muestra de interés, interés por analizar algo que nos importa.
Y si no nos sentimos capacitados para esa negociación, preparémonos para ello, dejemos el turno a otra persona más capacitada, dejemos que nos acompañe, pidamos ayuda, o sencillamente... no acudamos si se puede evitar...es bueno tener presente, que reunirse no es sinónimo de negociar.
Les dejo -para hacerles pensar un poco más, porque casi nada es blanco o negro-, un video de Mario Benedetti : No te rindas. Como me dijo una gran persona: Persiste y ganarás...
Y si no nos sentimos capacitados para esa negociación, preparémonos para ello, dejemos el turno a otra persona más capacitada, dejemos que nos acompañe, pidamos ayuda, o sencillamente... no acudamos si se puede evitar...es bueno tener presente, que reunirse no es sinónimo de negociar.
Les dejo -para hacerles pensar un poco más, porque casi nada es blanco o negro-, un video de Mario Benedetti : No te rindas. Como me dijo una gran persona: Persiste y ganarás...
(casi Septiembre 2012)
